Temporada OSCyL 12 2016-2017 Turno 2

Conciertos de abono

- Sala Sinfónica
12 / 17 / 22 / 27 / 32 / 35 €

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Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Jesús López Cobos, director
Vilde Frang, violín

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Fotos Nacho Carretero

NOVEDAD: FILA OSCYL


Benjamin Britten (1913-1976)
Matinées musicales, op. 24

Benjamin Britten
Concierto para violín en re menor, op. 15

Jean Sibelius (1865-1957)
Sinfonía n.º 2 en re mayor, op. 43


La presencia de Jesús López Cobos en el podio de la OSCyL es toda una garantía de orden, compromiso y rigor, pero también de flexibilidad. No en vano se trata de un director muy apreciado por los solistas, tanto vocales como instrumentales, y de esa cualidad se beneficiará la violinista noruega Vilde Frang, cuya versión del Concierto para violín de Brahms supuso un momento culminante en la temporada de abono 2014-2015 de la OSCyL; así, la revista Mundoclásico le dedicó palabras tan elogiosas como: “Eso puede traducirse en una maravillosa madurez, que actualmente se marida a la perfección con sus cualidades técnicas y expresivas, que en su caso son las mismas. Aparte, se combina también con (…) una sutileza exquisita”.

El Concierto para violín de Britten es desde luego muy distinto al de Brahms. De esta obra ha afirmado el crítico musical David Hurwitz: “El Concierto para violín de Britten [está] espléndidamente escrito para el solista y orquestado con dominio infalible. ¿Por qué entonces no se lo conoce mejor? Sencillo. Se comete un crimen (…): termina silenciosamente”. Sean cuales sean las razones de que no se programe más, se trata de una obra tan magnífica que para muchos resultará todo un inolvidable descubrimiento, lo que también puede ocurrir con la curiosa pieza que abrirá la primera parte: Matinées musicales, una creación a partir de música ya existente (de Rossini) y pensada originalmente como un ballet.

Desde luego, la Sinfonía n.º 2 de Sibelius sí se programa; de hecho, es la favorita del catálogo del compositor finlandés. Esta obra marca el final de un primer período romántico en este autor, influido por Chaikovski pero con unos procedimientos formales que parten de la fragmentación y reubicación. De hecho, el propio Sibelius escribió: “Es como si el Todopoderoso hubiera arrojado trozos de un mosaico del piso del Cielo y me hubiera pedido que los armara”. Este sistema organizativo, al contrario de lo que pudiera indicar la frecuente etiqueta de “autor conservador”, lo convierte en uno de los compositores más audaces del siglo xx.