Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Eliahu Inbal, director
Andreas Ottensamer, clarinete
Carl María von Weber (1786-1826)
Concierto para clarinete n.º 1
en fa menor, op. 73
Gustav Mahler (1860-1911)
Sinfonía n.º 1 en re mayor, “Titán”
Weber y Mahler en un concierto es una combinación inteligente. Weber se considera el adalid del Romanticismo operístico centroeuropeo, y el germen (sólido y autónomo) de lo que daría lugar a la ópera alemana y dramas musicales de Wagner y R. Strauss. Mahler, por su parte, es el final del camino de ese Romanticismo y a la vez germen (infinitamente sólido y autónomo) de todo lo que se constituiría en un nuevo mundo musical. Weber, en su Concierto para clarinete n.º 1, lleva al solista a límites no aptos para cardiacos (pero sí para el primer clarinete de la Filarmónica de Berlín, Andreas Ottensamer); Mahler incide en ese peligro: eleva la tensión y amplifica las descargas. Se recomienda precaución.
Ottensamer: “Mostró un hábil magisterio para el contraste dinámico, dirigiendo el sonido sobre la orquesta y reduciéndolo para momentos más íntimos (…), realizando las combinaciones de forma encantadora. (…). En el rondó aprovechó al máximo las animadas figuras melódicas, y terminó con una coda en la que quedaba claro que su capacidad técnica no es de este mundo” (Bachtrack, a propósito de Weber, 2018).
Inbal: “Destacó también el fraseo trabajado y puntilloso en muchos momentos en que la cuerda era protagonista (…). La forma que tiene Inbal de destacar algunas notas, y de transmitirlo a la orquesta, es un clásico dentro de los códigos gestuales de este podio, y el efecto siempre añade interés al discurso musical, porque muestra al que escucha la riqueza de un posible subtexto que Inbal tiene perfectamente definido” (Mundoclásico, a propósito de Mahler, 2018).