Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Andrew Gourlay, director
Coros de Castilla y León
Jordi Casas Bayer, director
Elizabeth Watts, soprano
Clara Mouriz, mezzosoprano
Andrew Staples, tenor
Robert Hayward, bajo
NOVEDAD: FILA OSCYL
Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Sinfonía n. 9 en re menor, op. 125, “Coral”
El mejor colofón (¿el único?) posible para el concierto final de la temporada del 25 Aniversario es la Sinfonía n.º 9 de Ludwig van Beethoven. Por supuesto, dirigida por el director titular, Andrew Gourlay. A propósito de su Beethoven, la crítica ha escrito: “Fue la mejor Quinta que ha tocado este grupo, y una versión que hubiera merecido ser grabada y comercializada. Como era previsible, Gourlay se enfrentó a ella con un ritmo muy vivo, pero en el que cabía todo: precisión, transparencia, tensión, fraseo, equilibrio, transiciones, contrastes, ritmo…” (Mundo Clásico, Sinfonía n.º 5 con la OSCyL). O también: “[La] gran interpretación de esta sinfonía fue solo el broche de oro a una velada encantadora en la que Andrew Gourlay ofreció desde su juventud toda una lección de maestría” (Granada Hoy, sobre la Sinfonía n.º 8 con la Orquesta Ciudad de Granada).
Parece difícil comentar algo novedoso de la obra que contiene la melodía más conocida de la historia de la música, de la que se ha escrito tanto y que ha sido tan profusamente utilizada y manejada a partir de distintas situaciones históricas. Aquí se programa con una carácter de celebración, de gran final, por la labor memorable de un grupo, la OSCyL, que en sus distintas etapas se ha ido constituyendo en uno de los mejores embajadores que ha tenido nuestra comunidad autónoma, y que mantiene viva la llama en su amplio territorio de una de las artes que más aficionados concita, como lo demuestra el imparable ascenso de público que en las últimas temporadas ha ido experimentando el Centro Cultural Miguel Delibes.
Además, tampoco puede olvidarse la intervención en esta simbólica sinfonía de los Coros de Castilla y León, dirigidos por el maestro Jordi Casas, agrupación cuyo impresionante salto cualitativo en poco tiempo lo está catapultando a desempeñar cometidos cada vez más complejos. Aparte, el cuarteto vocal está a la altura requerida por la ocasión. En definitiva, una jornada para disfrutar de la Novena de Beethoven, pero también para recordar esos 25 años de actividad incansable en favor de la cultura en Castilla y León.